Historia de una campeona de ajedrez y de la vida

Conocí el ajedrez como a los 9 años pero no fue hasta los 14 años que comencé a jugar informalmente. Entonces lo comencé a jugar medio en serio a los 16 en torneos  intercolegiales, y para el primer campeonato en que participé, 1982, quedé en el equipo olímpico para participar en la olimpiada a la que no fuimos en Lucerna, Suiza. Solo participaron los hombres. Para el 83 me retiré en las primeras rondas por exámenes universitarios, estudiaba dos carreras a la vez y me resultó difícil el ritmo estresante de ese momento. De eso recuerdo con orgullo la expresión de la ganadora Marvin González refiriéndose a mi persona: “a la jugadora que le temía era precisamente a Elizabeth por lo agresiva”. En el 84 volví a quedar en el equipo para ir a Dubai, y gracias a Dios fuimos, y me llevaron como suplente. El resto es haber continuado jugando cuando me lo permitía el parir, el lactar, el trabajo y cursos que tomaba que tenían que ver con mis carreras y que no tenían nada que ver gracias a lo polifacética que soy. Entre una y otra cosa, quedé en el equipo también para participar en Novi Sad, Yugoslavia en 1990, ya mi hijo mayor tenía casi dos años. En 1994 participé gracias al Ing. Rafael Damirón quien me recomendó al COD para un seminario de Olimpismo en Olympia, Grecia. En ese momento era presidente de la Federación Dominicana de Ajedrez, gestión que terminó en el 1996. Justo para entonces tuve mi segundo hijo. Siempre me mantuve con el entusiasmo de jugar cada año, idea que me inculcó uno de mis mentores, el ingeniero Eliseo González. Durante varios años me mantuve jugando en casi todos los torneos Samanel y los Continuos que dirigiera yo o no. Cuando participaba en un Campeonato Nacional, podían pasarme dos cosas, o no estaba realmente entrenada y solo quería seguir midiendo fuerzas, o entrenaba unos pocos meses antes y veía victorias zafarse porque no me había forzado mas. Me daba cuenta tarde, y me decía a mi misma cada año: “Está bueno que te pase!”. A pesar de algunas desilusiones participé en las 3 últimas olimpiadas, Siberia, Turquía y recientemente Noruega. No fue hasta que el año pasado, en una difícil temporada de mi vida en que fui 5 veces a visitar a mi padre en diferentes hospitales de Miami, pude llevar a la vez la idea de que ahora o nunca debía entrenar con consistencia por más largo tiempo y diariamente sin desmayar. Mi entrenamiento fue con mi coach Elizabeth Hazim, quien es mi mejor amiga. Ella sabe que no podía estudiar con mucho ahínco, fuerza y profundidad, por lo tanto decidió que lo que se podía hacer era ser flexible con lo que tocaba y en este caso era que todos los días jugaría o resolvería problemas tácticos en el hospital, o esperando en el consultorio de un medico o en el salón de belleza. La alumna se portó bien y fue perseverante, sin descuidar LA CALIDAD de tiempo que sus hijos le exigían y a pesar de problemas familiares y de salud que surgieron inoportunamente. Porque eso sí, siempre hay vallas y pruebas en el camino cuando decides transitar rumbo al Éxito.

Todo lo que me he propuesto en la vida gracias a la ayuda del SEÑOR TODOPODEROSO lo he logrado. Con el Ajedrez lo que me sucedió es que lo vi mas difícil de lograr que todo lo demás. Y ese fue un error que me costó años pero como siempre he confiado en mi capacidad para cualquier cosa que decida hacer, sabía que tarde o temprano alcanzaría ese título de Campeona para el Ajedrez pues en otras vertientes de la vida soy GRAN MAESTRA pero de las buenazas. Y créanme que esas son las aéreas de la vida en que si tenemos que sentirnos orgullosos de nosotros mismos y trabajar sin descansar en ello a diario.

Soy madre de 4 hijos, cada uno tiene necesidades y situaciones que demandan de mi tiempo y mi atención. Pregúntense que si quisieran hacerme una obra de caridad y servirme de chofer para llevarlos al inglés, al dibujo, al piano, y comprarles materiales para sus trabajos, entre otras cosas, TENDRÍAN tiempo para estudiar ajedrez? Por favor, no duden de solo pensarlo que yo lo vivo y lo agradezco a Dios. Tengo un hijo, el segundo de la misma edad de Darlin, la subcampeona. De verdad no es lo mismo sentarse a competir con problemas de profesional y ama de casa, que siendo una simple universitaria y/o colegiala! Encima intentar crecer espiritualmente, es demasiado pero hay que hacerlo.

En este deporte apasionante solo tuve que ponerme moldeable a las circunstancias, no detenerme de hacer las cosas importantes en mi vida por un simple campeonato, y la victoria vino a mí. Al mismo tiempo que entrené, vivía pendiente de la salud de mi padre y de las decisiones que teníamos que tomar como familia. A la vez estaba en el proceso de petición de la Ciudadanía Americana de mis hijos y además estaba logrando el permiso de construcción de un edificio. Sabía que solamente debía sentarme a jugar e iba a ganar irremediablemente. Nunca temí perder aquel match. No dudé de la victoria que esperaba ni siquiera cuando me desahogué con Damirón a quien llamé la noche que al perder tuve que seguir luchando y entrar en un match. Le dije: “Dios mío pero que difícil me ha resultado ganar este NACIONAL, sinceramente Damirón creo que me resultaría más fácil CASARME con Corripio”. Ya se pueden imaginar, yo coqueteándole a un hombre casado, destruir un matrimonio y casarme con ese triunfador….esa noche lo vi más fácil que ser Campeona Nacional 2014, carajo!

Siempre pensé que vencería no a Darlin sino a cualquiera de las participantes en dicho torneo. Nunca dudé porque sabía hasta donde me sentía preparada, independientemente de que no me sentía satisfecha de los esfuerzos porque pudieron ser óptimos. Pude dar más pero no me quejo por el hecho de que fui consciente de mis situaciones prioritarias y no perdí energía dándome latigazos a mi misma por no haberme empleado más a fondo. Luché por primera vez con lo que tenía y con lo que pude. Eso fue vital. Porque con anterioridad, acostumbraba de antemano a hacerme auto-exigencias que me dirigían al fracaso. Estuve totalmente segura de que ganaría el match aunque hubiese la posibilidad de perder en la 3ra. partida del match de desempate como sucedió, sabia y creía que en la 4ta. partida vencería. Así fue. Solo hay que creer y esa parte era la que me faltaba a parte de mejorar mi preparación. Cuando estuve dominando el match 2-1 me dije: "bueno como estoy acostumbrada a que en el ajedrez nada me sale fácil, nadie me regala una pieza ni medio peón, entonces si pierdo- que lo dudaba pero era una posibilidad real- en la siguiente partida ganaré". No tuve que esperar el siguiente posible desempate porque alcé con la victoria.

Aunque no estaba preparándome con nadie en especial tengo que agradecer a mucha gente que puso su granito de arena a lo largo de todos estos años, ellos son: Eliseo González en primer lugar, Adelquis Remón, Don Ricardo Argomániz, Francis Argomániz, Nelson Pinal,  Lemay Vega, Osmani Pinky, Humberto Pecorelli, Felipe Rodríguez, Gustavo Hernández, Gustavo Peña, William Puntier, Luis Belliard, José Rodríguez, Nelson Alvarado, Ramón Mateo, Carlos Columna, Juliao Pockels, Freddy Yabra, Alvarito Arvelo, Lewis Pérez, Hugo Orizondo, Eddy de los Santos, Yvan Marte, Rafael Damirón, Juan Carlos Delgado, Jhonatan Suberví, Alexis Montes de Oca, Rafael Abreu, Luis Flaquer, Saltamonte, Sotolov, Tal, Carlos Marte, Felix Fajardo, Fausto Puntier (este último permitió que escuchara unas cátedras que daba a mi hermana Polonia Guzmán), Lewis Olivo, Fabio Sánchez, Jesús Rondón, Darío Jiménez, Paulino Matos, Tony Adames, Julio Guzmán, Willy González, Polonia Guzmán, Geovanny César, Xiomara Hinojosa, Kenia Polanco, Dorisbel Muñoz, Ana Esther García Portes. Omayra Aybar, entre otros…Algunos me dieron de 2 a 7 clasesitas, otros entrenaron fuertemente conmigo, otros solo me dieron consejos muy bien intencionados y certeros, algunos me regalaron libros y me hicieron sugerencias que tomé en serio, mientras que la mayoría solamente tuvieron palabras de aliento que me motivaron a no rendirme nunca y que no olvido, algunos solo me empujaron con frases sinceras, por ultimo existen los que con sus boches también ayudan porque detrás de los insultos había un grandioso deseo de verme ganar. Todos aportaron a mi preparación y a mi progreso que no es el máximo al que me hubiese gustado llegar, porque sé que podía dar más, como cada uno de nosotros también pudiera, de proponérselo seriamente. A todos les agradezco aunque no a todos los amé.

Fuera del ámbito ajedrecístico, en lo que llamo el mundo real, conté con el apoyo y seguimiento de mi maravillosa madre que personifica el amor y el apoyo en mi vida, de mis hermanos, de mis hijos y de mi entrañable amiga Libia Moreno, ex esposa del M.I. Nelson Pinal y de mi ex pareja Omar de los Santos Coss, a quien le debo mucho agradecimiento en este aspecto, porque a pesar de solo ser amigos no dejó de sacar tiempo para animarme y estuvo aunque telefónicamente, intensamente pendiente del resultado de cada ronda. Y eso no tiene precio. A todo esto le sumas la atención y los buenos deseos y oraciones de primas y amigas y ya no hay forma de que te vaya mal.

Por último si dijera que no estaba en mis planes ganar el Campeonato Femenino 2014 estuviese sonando como seudo-verduga, y oliendo a hipócrita. Claro que cuando logras algo en la vida es porque te esforzarte para conseguirlo, ya sea en mayor o menor grado, pero hubo sacrificios. En vez de ver una película ahí estaba yo jugando online. En vez de estar en un bar tomando un Daiquirí, estaba resolviendo un FINAL un VIERNES Social! Claro no es que no me diera estos gustos pero si con menor frecuencia en pos de un objetivo. Lo cual recomiendo encarecidamente. Hay que emplear el tiempo en lo que nos gusta. Y juntar placer con propósito es lo mejor que nos puede pasar. Ahora bien, que en esta ocasión mi cabeza no estaba tampoco muy en el campeonato, es verdad, pero me propuse sentarme en cada ronda a dar lo mejor de mí y gracias solo a Dios y a la fuerza de voluntad que El puso en mí, lo logré.

Una exhortación que puedo dar a todos los ajedrecistas es la siguiente: IR por MÁS, como parecido dice la frase de las charlas transformacionales de la maravillosa comunicadora Tania Báez. No estancarse, examinar qué te está deteniendo para perseguir tu sueño. Tú te conoces mejor que nadie, y si reflexionas comprenderás qué es lo que no estás haciendo bien para alcanzar la meta que deseas. Conociendo la verdad y aceptándola, trabajas en esa dirección y zaaazzzz llega porque llega el triunfo….Solo hay que ponerle GANAS. Y  es fundamental sobreponerse a  cualquier barrera emocional, pues en mi caso estaba perdiendo a mi papá y tuve que hacer maravillas para sacar entusiasmo donde no lo había. Placer donde nada me importaba más que la recuperación de papi. Meses después de ganar el campeonato mi padre terrenal partió y aun me cuesta dejarlo ir pero es ley de vida y hay que resignarse y aceptar los designios del Padre Celestial. Bueno, Dios bendiga a todos los ajedrecistas dominicanos y a nuestros amigos ajedrecistas extranjeros que han estado o se encuentran ahora con nosotros.
 

Elizabeth Hazim