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Quienes me conocen, saben que soy una persona respetuosa. No soy dado a responder ataques, por más indecentes que sean. Trato de cumplir mi deber donde estoy. Ahora bien, cuando alguien, con evidente mala fe, pretende crear un caos donde no lo hay, debemos hablar, porque no podemos permitir que se perjudique la mayoría.
En el ajedrez dominicano, como pocas veces en los últimos años, se respira armonía. En nuestro local, por ejemplo, el ambiente es de familiaridad. Cuando visitamos las asociaciones, los ajedrecistas se sienten identificados con esa paz que reina.
Aunque reconozco que debemos mejorar, me siento satisfecho con el trabajo realizado: los torneos estatutarios han sido exitosos y muy bien organizados, nuestra página web es de las mejores de América, hemos apoyado más de 100 torneos en todo el país (algo sin precedentes), acabamos de realizar 11 simultáneas en las cárceles y un torneo interpenitenciario, hemos hecho 3 torneos internacionales, torneos universitarios, interescolares, intercolegiales, tenemos utilería suficiente, mejoramos nuestro local, apoyamos a las asociaciones en todos sus torneos, estamos al día en la FIDE, hemos logrado en este período más ajedrecistas con Elo FIDE que en todo el pasado de la FDA, se han conseguido varios títulos, hay wi fi en nuestro local, estamos al día en nuestros compromisos económicos, se imparten clases gratuitas todos los días, hay tranquilidad en la FDA, tenemos cisterna, tenemos transparencia en nuestros gastos, se ha descentralizado el ajedrez, hemos tenido participación internacional en Rusia, España, Cuba, Estados Unidos, México, Ecuador y Trinidad y Tobago, el ajedrez dominicano rescató su prestigio en el Continente, no hay semana sin ajedrez en algún punto del país, hacemos mucha presencia en nuestro local, mejoramos el local, se ha reconocido el esfuerzo de figuras del ajedrez, se han cumplido con los premios prometidos, la cobertura de la prensa es excelente, tenemos una buena imagen frente al Comité Olímpico…
Eso sí, hemos tenido en este año dos problemas: la crisis económica nacional y el incumplimiento del Ministerio de Deportes, el cual, en nuestra gestión, no ha dado un solo centavo, salvo la asignación que representa algo más de la mitad de nuestro presupuesto, por ello tenemos algunas deudas, algo muy manejable. Por ejemplo, el Ministerio de Deportes, que nos trata con mucha deferencia, nos ha ofrecido $400,000 por cada Campeonato Nacional Masculino, unos 10 pasajes para la participación internacional de nuestros ajedrecistas, $700,000 para el zonal que se hizo en Santiago, $500,000 para el por equipos, el arreglo del local, y otros aspectos más. Y nada. Las promesas del Ministerio de Deportes sobrepasan los $2,500,000 y la FDA, en enero próximo, si el Ministerio no cumple, terminará con una deuda de unos $1,700,000. Hasta ahora he tenido que prestar ese dinero, lo que he hecho con responsabilidad, con el depósito correspondiente en la cuenta de la FDA y los recibos de sus gastos. En consecuencia, la deuda de la FDA es conmigo, y he expresado que en caso de yo no seguir al frente de la FDA y de que el Ministerio de Deportes no aporte lo prometido, dicha deuda la donaré o condonaré, por lo que la FDA no tendrá deudas pendientes. Gracias a Dios, no necesito ese dinero, trabajo duro como abogado y, modestia aparte, me va bien, pero lo más importante es que amo al ajedrez y al deporte, donde fui 5 veces presidente de la Asociación de Ajedrez de Santiago, presidente de la Unión Deportiva de Santiago, Director Municipal de Deportes y estudié olimpismo en Grecia.
Perdonen que hable sobre un servidor, pero debo expresar lo siguiente. Particularmente, estar en la FDA es tratar de dejar huellas positivas en la sociedad. Para eso nacimos. Cuando viajo de Santiago (tres veces a la semana) a la capital, a Azua, o a San Francisco de Macorís, por ejemplo, en actividades propias del ajedrez, no cobro combustibles a la FDA, ni dietas, ni alimentación, ni teléfono. Pago incluso mi alojamiento. Eso representa en efectivo más de $40,000 mensuales, y si agregamos el tiempo que invierto en la FDA sobrepasa los $200,000 cada mes. Y reitero, me siento bien al hacerlo, pues no nacimos para ser servidos, sino para servir.
Confío en que el Ministerio de Deportes cumpla, lo que me ha prometido en múltiples ocasiones. Tiene la intención de hacerlo. Otras federaciones están en iguales condiciones. Todo está muy claro. Quien desee conocer los detalles, me dicen, y con gusto lo haré. Y si me preguntan por qué “renunció” el tesorero de la FDA, también le diré con datos las razones. Somos ejemplo de transparencia en el Ministerio de Deportes y en el Comité Olímpico Dominicano, y lo digo con orgullo.
Estar al frente de la FDA es una grata experiencia, donde hacemos buenos amigos y conocemos personas de bien, como son la mayoría de los ajedrecistas, a sabiendas de que algunos no entienden esta realidad y buscarán destruir, no construir, como parece es su costumbre. Hay que seguir cumpliendo nuestro deber, a sabiendas de que siempre se debe mejorar.
Sigamos adelante, que el próximo año tenemos muchos retos, como las olimpíadas por ejemplo, los cuales sólo se cumplirán en un ambiente de respeto y paz, como tenemos hoy en día.
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